Juan Carlos Martín Torrijos, profesor del programa internacional del diplomado en seguridad e inteligencia estratégica. Coronel del Ejército del Aire. Licenciado en derecho, profesor en distintos Centros docentes militares. Actualmente, profesor del Grado de Seguridad de ISEN.
Usted es uno de los profesores del programa internacional de diplomado en seguridad e inteligencia estratégica que está dirigido a enseñar a nuestros alumnos a desenvolverse con solvencia en los ámbitos profesionales de la inteligencia y de la seguridad.
Hoy en día el conocimiento es una base necesaria y fundamental para comprender los mecanismos que mueven un mundo cada vez más complejo e interrelacionado. Para un nivel de experto universitario es esencial adquirir las bases que fundamenten su capacidad de respuesta ante los retos profesionales que pueda encontrarse. Ya no basta con ser un magnífico profesional en una rama específica, desde la medicina al derecho desde la filosofía a la ingeniería espacial; es necesario tener una formación que proporcione esa capacidad que deben tener los líderes de hoy y de mañana para tomar decisiones, muchas veces en campos muy alejados de su formación principal, de gran trascendencia en el ámbito en que se desenvuelvan. Para ello, hoy más que nunca, es necesario adquirir una serie de conocimientos básicos sobre los mecanismos que mueven el mundo y este título ofrece, en un formato muy comprimido, unas bases sólidas para ello y, en concreto, en lo relacionado con el bienestar de los ciudadanos, como individuos y como miembros de una sociedad.
¿Qué van a aprender nuestros alumnos para poder desenvolverse en mundo tan globalizado y con tantas amenazas de toda índole?
Creo que lo principal que ofrece esta titulación es la capacidad para mirar lo que ocurre en el mundo con otra visión. No basta con tener capacidad para estar informado, ya que eso sería una tarea ingente y necesariamente incompleta. Creo que lo esencial es adquirir la destreza para analizar y discriminar, de entre todo aquello que en un determinado momento nos puede afectar, lo que es esencial para dar la respuesta adecuada a lo que nos preocupa o que es de nuestra responsabilidad.
Las amenazas son no solo variadas en su forma, sino que muchas veces no son evidentes. Por ello, ser capaz de identificarlas es esencial para quien vaya a tener responsabilidades a casi todos los niveles de dirección y para poder hacerlo, es necesario haber adquirido un hábito de comprensión y análisis que muchas veces no lo proporciona nada mejor que la formación de nivel universitario, en la que la exactitud y el método científico son esenciales.
En un entorno global marcado por la incertidumbre, ¿considera importante formarse en materia de seguridad para contar con especialistas en este campo?
No es importante, es esencial tener una formación elemental en los campos de la seguridad y de la inteligencia, hoy prácticamente indisolublemente unidos.
De entrada, hay que decir que no estamos hablando de una especialización en seguridad en el campo de la protección de personas y bienes (materiales o inmateriales). Nos estamos refiriendo a lo que yo muchas veces llamo Seguridad, con mayúscula; es decir, a aquellas cuestiones que afectan al Sistema Internacional; es decir al entramado “clásico” del mismo (estados y organizaciones internacionales) y a los nuevos actores relevantes en el tablero mundial: ONG,s, grandes empresas multinacionales y casi me atrevería a decir que “extranacionales”, grupos de presión, etc. En este sentido, la Geopolítica, la Geoeconomía, la Inteligencia en sus múltiples facetas, la Politología, la Estrategia, las Relaciones Internacionales, la Seguridad… juegan un papel fundamental y, para ello, el tener una adecuada formación en estos campos va a brindar oportunidades únicas para los nuevos profesionales que tengan una adecuada formación para afrontar estos retos.
¿Es interesante para el mundo empresarial y para la internacionalización de las empresas poder contar en su plantilla con expertos en estas materias?
Vuelvo a contestar con una especie de doble negación. No es interesante, es esencial. Mire, como afirmo en uno de los módulos que imparto, la Seguridad ha ido evolucionando a lo largo de la historia de la Humanidad, pero solo en los últimos doscientos años la velocidad de transformación ha sido tal que, en muy poco tiempo, hemos pasado de tener un concepto bipolar de la Seguridad con una diferenciación entre amenazas externas a un país e internas (que especialmente en la segunda mitad del siglo XX dio lugar a que se “fabricara” una división conceptual por la que las Fuerzas Armadas deberían encargarse de las amenazas “externas” y las fuerzas policiales de las “internas” y que de alguna forma dieron paso a la dicotomía entre Seguridad y Defensa) a tener una concepción unipolar pero multidimensional de dichas amenazas, por la que los estados y, en consecuencia los ciudadanos, se ven sometidos a una variedad de riesgos que provienen de cualquier punto, incluido el espacio y el ciberespacio, a los que hay que hacer frente con todos los medios disponibles; lo que provocó o, mejor, está provocando, que desde esa dicotomía hayamos pasado a un único concepto denominado en un principio “Seguridad y Defensa” y hoy en día, casi solo “Seguridad” (que sí que presenta muchas facetas: económica, social, societal, militar, …).
El cambio “estratégico” es que si en ese campo podíamos encontrar que el desenvolvimiento profesional estaba en el terreno de diplomáticos, policías, tal vez algunos funcionarios y militares (los políticos no se consideraban profesionales, sino gestores), hoy en día las empresas (no necesariamente multinacionales, sino sencillamente con una vocación internacional en un mercado global) también necesitan contar entre sus directivos a personas formadas en el campo que ofrece esta titulación, capaces de asesorar a quienes deciden y/o de tomar decisiones. No piense solo en los grandes bancos, empresas de servicios tecnológicos, no; piense en exportadores agrícolas, textiles, empresas de servicios, Pymes que pretenden ser competitivas en un mundo globalizado… Es un mercado emergente para el que necesitamos tener nuevos profesionales preparados con una capacidad de adaptación e innovación que precisa de una adecuada formación, que es lo que se pretende con este título.
¿A que perfil de estudiantes cree usted que va diseñado el programa y a quien animaría a realizarlo?
Creo que ya le ha dado respuesta a esa pregunta a largo de este entrevista: a profesionales de nivel universitario que deseen adquirir una formación de ese mismo nivel, que les proporcione una capacidad de respuesta adecuada, como profesionales de la empresa privada, de instituciones u organismos con proyección internacional o de las administraciones públicas, especialmente diplomáticos, oficiales de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para hacer frente a las responsabilidades que tengan o vayan a tener en el campo de las decisiones estratégicas en su ámbito profesional.