Francisco José Carmona García, alumno del Grado de Seguridad de ISEN Facultad adscrita a la Universidad de Murcia y Policía Local
Usted estudia el grado de Seguridad en ISEN ¿cómo se ha adaptado al confinamiento y cuáles son las enseñanzas que a su juicio nos ha dejado esta pandemia?
Pues en mi caso la adaptación ha sido un tanto particular, como el de muchos profesionales que hemos tenido que realizar un esfuerzo adicional para intentar aportar nuestro gano de arena en esta insólita situación. Soy agente de Policía Local por lo que, en mi caso, el confinamiento ha sido solo en mi tiempo libre ya que durante mi jornada laboral hemos tenido que estar realizando las labores que el estado de alarma nos encomendaba con el fin de garantizar que las medidas adoptadas fuesen efectivas. Además, tengo hijos pequeños, por lo que el miedo de poder contraer y contagiar a mi familia estaba siempre presente y ha ocasionado que tengamos que cambiar muchos hábitos para minimizar ese riesgo. Ese cambio de hábitos, sumado al hacerle entender a mis hijos a las circunstancias especiales que teníamos ha sido lo mas duro ya que explicarle a un niño de 7 años y a una niña de 3 que, después de estar sin ver a su padre durante todo el día, no pueden darle un abrazo y un beso como siempre al entrar por la puerta hasta que no había cumplido con todo el protocolo, resultaba bastante duro. Creo que eso ha sido lo mas duro que hemos tenido que sufrir los que hemos estado en la calle; policías, sanitarios, bomberos, militares, empleados de los supermercados, personal de limpieza, transportistas, repartidores y un largo etcétera, perdón si me olvido de alguien. A esto hay que sumarle todos y cada uno de los que, desde su casa y con la mejor de las intenciones, han ido aportando su grano de arena para colaborar de forma desinteresada. Es aquí donde creo que nos encontramos la principal enseñanza que nos puede dejar esta situación: “Para salir de una situación real de crisis hace falta que todo el mundo se una y trabaje en la misma dirección. No hay nadie mas importante que nadie y todo el mundo es necesario”. He visto a sanitarios llorar cuando le llevábamos material de protección que particulares o empresas habían donado, ya sea comprándolo o fabricándolo con los medios de que disponían a su alcance. He visto a compañeros emocionarse con el aplauso de la gente o con las palabras de ánimo de alguien. He visto a gente emplear los pocos recursos de los que disponían en ayudar a otro que lo estaba pasando peor. Es por ello que los que hemos estado en la calle sabemos que esto no lo ha solucionado un político, un sanitario o un policía, esto lo ha solucionado el niño que te mandaba un dibujo, la abuela que te cosía una mascarilla o la persona que te decía esa palabra concreta en el momento justo y que te daba ese empujón tan necesario para poder continuar.
¿Qué papel cree que ejerce la seguridad en una situación de crisis como la que estamos viviendo?
Vivimos en un mundo en constante evolución en el que trabajos de toda la vida desaparecen y aparecen otros que ni en las mejores películas de ciencia ficción hubiéramos podido imaginar. Evoluciona la tecnología, las relaciones sociales, los medios de transporte, etc. Pero al final la sociedad necesita seguir sintiendo la sensación de seguridad. Hemos vivido una transformación como comunidad en la que nuestras acciones se han visto condicionadas, no solo por como nos afectaban a nosotros, sino por como afectaban a la seguridad de los que nos rodean. La gente denunciaba, bien a los servicios de emergencias o a través de las redes sociales, vulneraciones de las medidas de seguridad que se habían establecido, aunque no les afectase a ellos directamente. Creo que esta situación ha ayudado a concienciarse de que la seguridad de cada persona depende de la seguridad de la comunidad a la que pertenece por lo que no solo me tengo que preocupar por mi seguridad personal, sino también por contribuir a la seguridad de mi comunidad.
Al final cada persona, da igual las metas que se marque, quiere sentirse seguro en su hogar, en su trabajo o cuando pasea por la calle y esto ha sido y será siempre una prioridad.
Usted es Policía Local ¿cómo ha trabajado en estos días de alarma sanitaria?
Hemos vivido una situación excepcional, y como excepcional que ha sido, y sigue siendo, hemos tenido que adaptar nuestra forma de trabajar en la calle.
Creo que todos los que hemos estado en la calle estos días velando por la seguridad de todos hemos podido percibir sensaciones parecidas. Por un lado, hemos tenido la sensación de que la realidad que nos encontrábamos durante el servicio no tenía nada que ver con la que se pretendía transmitir. En las primeras semanas prácticamente no teníamos medios de protección básicos y al final, si yo caigo enfermo, no puedo prestar mi servicio. En esas primeras etapas recibimos multitud de donaciones de particulares y empresas que, a su vez, repartíamos al resto de servicios que los necesitaban. Ha sido muy gratificante ver la reacción de la gente y a la vez ha sido doloroso ver a compañeros sanitarios a los que se les saltaban las lágrimas cuando se les llevaba batas, mascarillas o guantes. Creo que en este punto ha habido alguien que no ha estado a la altura de las circunstancias y esperemos que sea capaz de hacer autocrítica y aprender, por que ganaremos todos. Los servicios de emergencias partimos siempre de una vocación y un concepto del servicio a la comunidad que, en muchas ocasiones, anteponemos a nuestra propia seguridad, por eso siempre hemos estado y vamos a estar ahí donde se nos necesite. Por otro lado, hay que agradecer a la ciudadanía la capacidad de respuesta y adaptación que ha tenido. Incidencias va a haber siempre, infractores y delincuentes también. Pero la actitud de la gran mayoría de la población nos ha ayudado a poder cumplir con nuestras funciones de forma más eficiente. Por eso quiero aprovechar la oportunidad para dar las gracias o todos los que se han quedado en sus casas y han cumplido con lo establecido.
A su juicio ¿vamos a salir fortalecidos de esta situación?
Como en toda situación complicada o traumática vamos a aprender y valorar cosas a las que antes no le prestábamos mucha atención. Esta situación en concreto, va a suponer un cambio importante en la sociedad que va a permitir un avance evolutivo para bien. Vamos a eliminar muchas banalidades que se estaban convirtiendo en un lastre. Esto sin duda nos va a fortalecer en muchos aspectos, pero creo que el precio de esta evolución ha sido demasiado alto.
¿Cómo valora sus estudios en el Grado de Seguridad?
He estado valorando durante varios años diferentes opciones para matricularme en un grado, pero no terminaba de decidirme por ninguno. Cuando vi el Grado de Seguridad y buceé un poco para informarme de los contenidos, me ayudó a dar ese último paso y me matriculé en la modalidad online. Con dos hijos y el trabajo de mi mujer y mío resulta complicado plantearse dar un paso así, pero de momento me ha permitido adaptarme bien. El contenido ayuda a mantener el interés por la asignatura y los profesores han sabido adaptarse a las circunstancias lo que, en mi caso, es de agradecer. Como siempre, todo es mejorable pero de momento mi valoración es muy positiva.